En este grupo, el de la idea fue Eduardo, que bajo el lema "Cumbre o Muerte" (irónicamente) convocó a sus hermanos y a un selecto grupo de amigos. 

    Estuvieron Gabriel y su hijo Miguel de solo 8 años que vinieron desde Chile, Alejandro, venido de Ecuador, Mauro, El Tata, Alcides, Eduardo y su hijo Sebastián, Piru y su hijo Franco. 

    El Cerro Champaquí fue el escenario del reencuentro de este grupo de amigos de la infancia. Eduardo, tal vez uno de los que más lo disfrutó, escribió: "Cuando comenzamos a organizar esta excursión, jamás imaginé lo que iba a recibir. Compartir con mi hijo, hermanos y amigos tres días de regocijo en el hermoso, agreste paisaje de nuestras sierras fue un regalo. Fueron días vividos en armonía (palabras del Tata) con la naturaleza y nosotros mismos. Rescato sobre todo el espíritu del grupo, la actitud de cada uno, los cuentos, el cordero, los vinos y especialmente la frescura de Miguelito."