Excursión al Champaquí: Grupo Enero 2005 (II)
Experiencia 024

Si tuviese que comparar la experiencia vivida en el Champaquí con alguna otra en mi vida, no encontraría ni una sola que reuniera todas las sensaciones que esta hermosa travesía me proporcionó. La verdad es que para mi fue todo un descubrimiento; en principio porque tenía muchos temores y no sabía si era capaz de lograrlo. Gracias a este viaje logré vencer muchos temores y gané en autoconfianza y seguridad. Conocí gente maravillosa que se destacó por sus virtudes y sobre todo por su espíritu solidario. Conocí la montaña y su magia y todo el escepticismo que tenía respecto de ella fueron borrados gracias a estos tres maravillosos días. Quiero que todos aquellos que visiten la página de Champaquí sepan que si hay algo que se aprende en la montaña es que "cada uno es capaz de alcanzar todas aquellas metas, objetivos y sueños que se propone", lo importante es la fuerza, la voluntad el coraje y las ganas. La experiencia que se vive en la montaña es única y tiene la magia de poder ser trasladada a la vida cotidiana. Cada vez que me encuentre sumergida en la vorágine de la ciudad intentaré cerrar los ojos y por unos segundos me sumergiré en la tranquilidad de la montaña y en las imágenes que quedarán por siempre impresas en mi memoria.
Virginia Luna

Travesía al Cerro Champaquí: Naturaleza, admiración, silencio, solidaridad, alegría, energía; conjunción perfecta para el hombre para edificarlo con Dios, con la Creación, consigo mismo, ante esto vienen a mi memoria las palabras de Baden Powel (Creador del escultismo mundial), cuando se dirigía a sus scouts y les decía, "DEJEN EL MUNDO EN MEJORES CONDICIONES, QUE CUANDO LO RECIBIERON".
Gracias a todos.
Oscar Benedetto 

“La Montaña se te va metiendo en la sangre"... Creo que esa es la frase mas acertada para explicar porque uno vuelve a ella. Soy reincidente y cada vez me cautiva más esta experiencia. El grupo, la solidaridad, las risas, la naturaleza protegiéndonos con su magia, el encuentro con uno mismo. Gracias Miguel, gracias Mariano por transmitirnos el amor y el afán con que viven esta aventura. Gracias chicos del grupo por la buena onda. Gracias compañeros de truco por ese momento tan especial y divertido. Gracias Gustavo por tu humor infinito. Gracias Gastón y Mara por mostrarnos el amor entre hermanos. Gracias Mauricio por tu ejemplo de voluntad, salud y energía. Gracias a todos. Hasta la próxima. Silvana Jaime (2º Viaje)

Desde chiquito soñaba con una excursión al Champaquí. El sueño era recurrente y soñaba que guiado y acompañado por un grupo de personajes con espíritu aventurero cargaba una mochila llena de ilusiones y transitaba por senderos de inigualable belleza. Soñaba que el cerro nos deparaba dificultades con el sólo fin de probarnos a nosotros mismos que con pasión y perseverancia, podemos lograr todo aquello que nos proponemos y de hacernos aflorar nuestros mejores valores y sentimientos. Soñaba que en recompensa del esfuerzo de cada jornada, la naturaleza regalaba maravillas a nuestros sentidos y los albergues y su gente nos proporcionaba el descanso y la  calidez que necesitábamos. Soñaba que a cada paso, descubría cada una de las increíbles sensaciones y emociones que nos brinda la montaña. Hoy, tras haber alcanzado la "verdadera cumbre", encuentro que aquellas ilusiones de niño se hicieron realidad y fueron superadas por estos tres días de ensueño. Diego Pulpeiro

 

Compartir con mi hija de tan solo 12 años esta excursión fue una experiencia que no olvidaremos: lo imponente del Champaquí, sus arroyos, cascadas, subidas, bajadas y toda la gente linda que allí encontramos... no se pueden expresar en este breve relato !!! Gracias a todos los que nos acompañaron...
Nora Irastorza.

Fui en busca de una cumbre y me enseñaron que lo que me esperaba era una cima... Fui a conocer gente y me lleve excepcionales compañero y muchos amigos... Hoy veo y entiendo los distintos motivos personales que nos llevaron a compartir esta hermosa aventura y me alegra que cada uno de nosotros hallamos logrado llegar a la cima y más me alegra que lo hallamos logrado de la forma en que lo hicimos, con esfuerzo, con pasión, con temor, con risas y sobre toso con alegría y compañerismo... Les deseo el mejor de los éxitos a cada uno de ustedes, coincido en mencionar sobre todo a Miguel y Mariano por su calidad humana que hace que veamos y vivamos la aventura como ellos lo hacen..con amor y humor... Y como no podía faltar me permito un saludo muy especial para mis amigos que compartieron las más desopilantes aventura en el Rincón... los guardo en mi corazón...
Gracias a cada uno de ustedes por este momento imborrable dentro mío..... Guillermo Bollini

Subí tres veces al Champaquí con los grupos que Miguel armó porque me encanta caminar, disfruto mucho la soledad de lugares como ese y participar de un grupo que une sus fuerzas para que todos lleguen al objetivo, es algo que me enseñaron de chico y cuando puedo acercarme a esa ilusión (por lo efímera) trato de practicarla. Ahora, durante la cuarta, encontré aparte, un refugio nuevo con una calidez y comodidad inesperada y la atención esmerada de Mariano en cada detalle. Después de haber tenido nieve, hielo y neblina pude finalmente disfrutar un buen rato nadando en la Olla de Moisés. Pude coronar la torta con una cereza.
Mauricio Goldberg (4º Viaje)

Surgiendo como una decisión repentina y algo alocada fue que tomamos el desafío sin tener la mínima idea de lo que en él íbamos a descubrir... Terminó resultando ser la conjunción perfecta entre las dificultades del sendero frente a la solidaridad de los compañeros; los percances inesperados acompañados por el buen humor; y la incertidumbre novata iluminada por la seguridad de los guías. Todo esto en el marco imponente que nos brindó la naturaleza.
Hoy hicimos “cumbre” en casa y tenemos a flor de piel cada una de las experiencias vividas, incluso las que se prolongaron después del descenso del Champaquí, y es por eso que sólo nos resta decirles mil gracias a todos por todo. Mara y Gastón Domínguez

La cumbre del Champaquí con toda la mística que la montaña depara, no se será la ultima si Dios y la Virgen lo permiten vendrán otras.
Pero con seguridad ninguna será tan especial, ya que la elegimos como parte de nuestra "luna de miel" por lo tanto estará grabada en nuestros corazones, como así también la calidez de Miguel, Mariano, Oscar y todo el grupo que compartió nuestro esfuerzo y nuestra alegría.
Enrique Bielaz y Ana Esteche

Me gustó tanto ir al Champaquí que a cada rato quiero ver las fotos: están hermosas!!! A todos les cuento lo divertido que fue y cuánto nos reímos cuando se cayó el chico al arroyo (no digo el nombre!), y qué bonitas les quedaron las zapatillas a Lucas... Lo rico que es allí la comida, los chupetines, los chocolates, y hasta el agua del arroyo allá arriba... Las piedras son re-cómodas para tirarte un ratito, lástima que los descansos eran cortitos...!!!!! A Mariano... muchas gracias por cuidarme "tanto" en el río subterráneo, y a todos les digo que no los olvidaré nunca, porque todos me dieron una mano....mucha suerte !!!! Miguel: fue tan hermoso que queremos volver... Hasta pronto !!!. María José Erario

No puedo dejar de señalar que es muy difícil sintetizar en unas pocas líneas algo tan grande como la travesía que hemos realizado. Más difícil aún es no caer en lugares comunes al intentar describir esta vivencia. Vivir estos tres días es cada uno de los relatos que puedan estar ya escritos y es todos a la vez. Personalmente, me queda la idea de todo lo compartido como lo mas importante de esta experiencia. El desafío es personal, pero lo vivido y haberlo logrado, definitivamente son conquistas de un grupo de gente. Lo hicimos entre todos y fue posible porque todos nosotros estuvimos ahí. Creo que ese es un aprendizaje posible que excede tres días en la montaña. Ninguno podría haberlo hecho absolutamente solo, y eso está buenísimo. Creo que tampoco podríamos haberlo hecho sin esfuerzo, sin constancia, sin confianza, sin dudas, sin descansos (¡imprescindibles!), sin ayuda, sin riesgos, sin algunos "tropiezos" (¿por qué del único que me acuerdo es del mío?), pero tampoco sin juego, aventura y humor. Gracias Miguel y Mariano que nos supieron llevar en todo sentido y supieron también ser generosos con lo que conocen. Gracias a todo el grupo. El recuerdo es imborrable. Una última mención, y muy especial, para mis amigos de "El Rincón": habernos encontrado fue un regalo inesperado. Gustavo Bevacqua

Dudas e interrogantes en la partida. Certezas en la llegada. Ningún arrepentimiento. No deja de asombrarme como la convivencia en un entorno natural saca lo mejor de cada uno. Tantas personas, y tan diferentes. Sin embargo, más allá de los pequeños grupos, todos encuentran un lugar. Todos dan un lugar. Todos tienen un espacio común para la comunicación. Fuimos 20 personas y volvió un grupo. Ni que decir para la gente que disfruta caminar. El calidoscopio de la naturaleza torna las rocas, el verde, los trozos de cielo y nubes en caprichosas formas que con un guiño nos muestran sólo una cara la cual cambian inmediatamente según como les sonría el sol. Nunca dos veces igual. Recomendación: no abrir la boca de asombro, sobre todo en la época de insectos. Que la procesión vaya por dentro. Una experiencia para recomendar. No hay que dejarla pasar. El Champaquí me dejó una huella imborrable en el alma (también en las medias y algunas remeras). José Luis Fernández

 

Primeros Pasos	Sector del Arroyo Feo	Llegando a Moisés López	Cruce del Socavón	Desierto de Piedra
Allá Vamos!!!	Rumbo al Rancho de Luna	Cajones de Luna	Reunión entre amigos	Rumbo a la Cima
Levitando en el Champaquí	Cueva de los Cuarenta	Preparativos para el almuerzo	El Balcón	Bienvenidos a la Cima
Mirando Traslasierras	Alegría en la Cima	Grupo en la Cima	Ruta Norte	Iniciando el Regreso
El Hombre de Los Arroyos	Río Subterráneo	Señales de la Naturaleza	Unos disfrutan, otros huyen	Una foto más "Por Favor"