Viví 10 días increíbles en el Aconcagua y terminamos en 48 hs. a pura emoción y adrenalina, con un chubasco terrible, temperaturas bajo cero, vientos fuertísimos y nieve. Todo una experiencia Una montaña fabulosa a la cual hay que dedicarle mucho esfuerzo, corazón y toda el alma. Lo compartí con amigos de la montaña y mi con familia de Alto Rumbo, a los cuales agradezco su profesionalismo y corazón entrañable. Pablo Shaw
Esta salida al Aconcagua fue la que mas disfruté y mejor me sentí tanto desde lo físico como de lo anímico, estuvimos bastante cerca pero el clima y la montaña no nos permitió acceder a la cumbre. He aprendido a convivir entre el placer de estar y cierto estado de crispación que creo que pude dominar y acomodarme al equipo de cumbre.
Todo anduvo bien, la preparación, el estado físico, la logística y las previsiones de seguridad para que todo funcione sin inconvenientes.
Me queda la sensación de un poco más, esta es mi tercera experiencia y cada vez me acerco mas, veremos si la vida me da otra oportunidad, tal vez para mi cumpleaños 70.
Gracias a Alto Rumbo por darme tantos momentos de felicidad y a mi esposa Liz que se quedó esperándome en Plaza de Mulas conviviendo con personajes de otras partes del mundo que vienen a intentar este coloso de América.
Seguramente nos veremos en algún otro sendero que nos guíe Alto Rumbo.
Saludos.
Juan Vries
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