A veces, cuando entreno en Bs As y algo me duele, digo: 'No importa, cuando voy a la montaña se me pasa' Y es así, de alguna manera se me arregla todo el cuerpo.
La marcha constante, sentir la mochila en la espalda, los compañeros de marcha, armar la carpa, compartir sorbos de te de la tapa de un termo..mi mente se va vaciando de todo aquello que no es importante en ese momento..Hermoso Vacío..
Y regreso descubriéndome con nuevas posibilidades, nuevas perspectivas.
Gracias cumpas por las charlas, los abrazos y sonrisas. Y gracias al cocinero por la sopa, estuvo buenísima!!
Marion Vollmer
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