Fotos y Memorias  
Nevado del Chañi
Mayo 2014
Temporada 2013
Experiencia 361  

Chañi querido: cuando hace un año empecé tímidamente a recorrer la página de Alto Rumbo, me detuve en las imágenes de tus caminos y me dije '-ahí quiero estar.'. Y lo hice.
Es difícil definir con una sola palabra el significado de esta travesía: emoción, valentía, compañerismo, fuerza, fatiga, templanza, decisión, son solo ejemplos posibles.
Cada paso valió la pena. Gracias Chañi por tus cielos azules y tu gente -la familia Valderrama. Gracias guías y compañeros por ser unos en la montaña. Gracias por los abrazos y las comidas cariñosas. Gracias por el agua de los rios. Fue un viaje mágico y maravilloso. Marion Vollmer

Al volver al cotidiano trajin, me di cuenta que podia diariamente escaparme a las montañas; porque habia tenido la gracia de conservar en mi memoria ocular en mi memoria afectiva, en fin, en mi memoria cada uno de los momentos vividos.
A mis compañeros de montañas, amigas y a mis queridos guias muchas gracias por todo lo compartido!!! Ana Acevedo

La montaña enseña a cada uno la que necesita aprender, en el momento adecuado. Ni un día antes ni uno después.
Comenzamos a caminar hacia la cumbre a las 4 de la mañana y en poco más de 2 horas llegamos al abra.
A 5000 mts. de altura, mi corazón estallaba de alegría y mi cuerpo era pura emoción. Brotaban mis lágrimas mientras amanecía, porque me di cuenta que el Chañi me había enseñado lo que necesitaba aprender y recordar en esta montaña.
Mi vida estaba llena de amor a la montaña, y a mi familia. Mis hijas, Gaby y mi madre me recordaban el amor que ha llenado mi vida
En ese momento me di cuenta que ya HABIA LOGRADO MI CUMBRE y que no me hacía falta nada más esa mañana.
Podía volver a mi casa con los objetivos cumplidos en ese instante. Cuatro horas después de yapa mi viejo y mi amigo Juan Carlos me regalaron otra cumbre, plena de sol y de fantasías. Que más se puede pedir.
Gracias a mis amigos de Alto Rumbo y a mis compañeros de montaña por hacerme feliz, y por ayudarme a comprender la lección del día. Un abrazo a todos y hasta el próximo sendero que nos encontrara juntos. Pablo Shaw

Qué llevamos en nuestras mochilas en el viaje al Nevado de Chañi?
Sólo lo necesario para (sobre-)vivir: ropa de abrigo, la bolsa de dormir, parte de la carpa, comida y agua; De inmediato, en el momento del primer paso de la caminata, el móvil, las llaves de la casa y del auto, el dinero y la tarjeta de crédito pierden sus sentidos.
Además llevamos lo inevitable: miedos, preocupaciones, problemas, miles de ideas y pensamientos, los cuales vamos a discutir con nuestro soliloquio mientras del viaje. No tan voluntariamente. No sabemos, cuándo y de qué abismo de la mochila, él esté sacando un nuevo tema de sorpresa. Pero aprendemos superarlo y con él, a nosotros mismos.
El espacio libre en la mochila, llenamos con lo más valorable que tengamos: con alegría, entusiasmo, risas, voluntad, con metas personales a cumplir y con aprendizajes y experiencias a ampliar.
Queda todavía la parte de arriba de la mochila. Ahí guardamos todos, así parece, la suerte, que nos acompaña desde el primer al último día, brindándonos un clima fantástico con sol y sin viento, regalándonos un viaje maravilloso.
Al fin, hay que hablar de la gran ventaja de una mochila: cuán pesada o llena que esté, siempre deja libres a nuestros brazos. Para los abrazos de agradecimiento, de apoyo, compasión y comprensión, de un triunfo o de una emoción compartida.
Para los abrazos de amistad, entre camaradas de montaña.
Abrazos sabedores. Yvonne Kienesberger

   
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