Champaquí Extremo
Octubre 2013 |
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Experiencia 333
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Cuando a principios de año me
puse como objetivo realizar la experiencia al Lanín, me
quedó claro que el Champaquí Extremo era casi un requisito
imprescindible, ya que nos permitiría autoevaluarnos. No
había que subestimar el esfuerzo físico, había que
prepararse previamente ya que las jornadas son largas, las
cuestas prolongadas, y las exigencias van de menor a mayor,
incluyendo el último día en que empezamos a caminar bastante
antes del amanecer formando una hilerita de la que solo se
veían las linternas que llevamos en la frente.
La nieve agregó un condimento especial a la travesía, aunque
no nos permitió hacer cumbre en La Totora por el hielo que
se había formado. Pero el tiempo fue un buen aliado y el
resto del recorrido se desarrolló sin inconvenientes,
pudiendo hacer cumbre en el Champaquí en los tiempos
previstos.
Sobre el final del itinerario nos encontramos con la
consecuencia de los incendios recientes. Da mucha tristeza
ver el paisaje ennegrecido, pero siempre la esperanza es lo
que queda, y entre los pastizales ya se comienzan a ver los
brotes. La naturaleza comienza a ponerse de pie una vez más.
Como en mi anterior experiencia los grupos, que se forman
entre desconocidos, luego de 3 días de compartir la rutina,
terminan confraternizando. No puede ser de otra manera,
todos acudimos buscando lo mismo.
Para algunos era la primera experiencia en montaña, otros ya
tenían un largo historial. Algunos fuimos con la vista
puesta en el Lanín de principios de diciembre, y otros
simplemente para disfrutar de la naturaleza y el paisaje,
pero todos con buena onda y mentalidad positiva.
Gracias Alto Rumbo y nos vemos en diciembre. |
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Roberto Otterstedt |
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