Cuesta del Hueco:
Septiembre 2013 |
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Experiencia 331
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La cuesta del hueco es mi
tercer salida con alto rumbo y la verdad que fue
maravillosa.
Empezamos con calor y en la cumbre pasamos por ventiscas
helada y en el hueco un poco de nieve y una naturaleza
increible que nos brinda el champa.
fueron tres dias que se disfruto a pleno con un grupo
barbaro y muy divertido y felicitar al grupo y a los guias
que una vez mas desmostraron ser grandes guias y sobre todo
grandes personas y tambien felicitar a todo el equipo de
alto rumbo y espero pronto estar nuevamente disfrutando de
otra salida.
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Richard Haro |
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Una salida con todos los
condimentos para que sea inolvidable y den ganas de
repetirla. Muy buenos compañeros, buen ritmo de caminata,
sol, calor, nieve y frío, excelentes guías que dieron lo
mejor de sí y que nos hicieron sentir cuidados en todo
momento. Qué más podíamos pedir !! ...VACAS !!!!! ... que
terminaron siendo las protagonistas de ridículas y graciosas
anécdotas. Agradezco al lindísimo grupo que nos acompañó a
Juan y a mí durante estos tres días y a todo ALTO RUMBO por
generar siempre imperdibles propuestas.
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Liz Sister |
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Este viaje tuvo para mí todo
lo que realmente estaba buscando, pasamos del calor intenso
con la mochila cargada del primer día, al gélido día de
cumbre con la posterior nevada por la noche, y el imponente
desnivel que tiene ya sea para llegar al campamento como
hacia la cima.
Fue un grupo muy unido, compacto, aguerrido y por sobre
todo, muy divertido. Siempre es muy ameno caminar con viejos
amigos, y conocer nuevos compañeros de ruta. Es una
excelente opción para conocer un nuevo camino hacia el
Champaquí.
Gracias a mi compañero de aventura Víctor por bancarme y
acompañarme, a los guías por su buena predisposición su
permanente atención y su labor tan bien trabajada que nos
llevaron a la cumbre de forma impecable, y a mis compañeros
por poner todo.
Nos veremos la próxima cuando se oiga la famosa frase "
mochilas arriba.
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Guillermo Olocco |
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Como prometí en julio, volví
al CHAMPAQUÍ Y fue intenso...
Empezamos con calor, pasamos por ventiscas heladas en la
cumbre y nos calentamos alrededor de una olla de comida.
Nuevamente el grupo fue lo importante, lo que hizo que esta
experiencia sea increíble:
Juntos nos conocimos, ayudamos, compartimos... y lo que mas
hicimos (aparte de caminar, trepar, rodar, chocar, etc) fue
reírnos! De los chistes y de los nervios, siempre con buena
onda y con mucha alegría. Lidiamos con la pendiente, con el
clima, con las vacas hiperkinéticas de 'El Hueco'... Fue
duro y difícil. Pero entre todos lo logramos: llegamos a la
cumbre, cada quien a la propia y a su manera. Con guías
atentos a nuestros estados físicos y de ánimo. Son el eje,
lo que permite que esto suceda. Y todo esto...¡en tres días!
Gracias a todos y especialmente a los guías. Los quiero. |
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Marion Voller |
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Hace un año que andaba
esperando esta salida “La Cuesta del Hueco”, recuerdo que
conocí a mis amigos de Alto Rumbo en la Salida 51 “La Cuesta
de las Cabras” (Octubre 2006), fue mi primera experiencia
con ellos y fue excelente, tanto que llevamos andando los
senderos de montaña desde esa fecha, juntos y sin pausa. En
esta salida nos encontramos como siempre con viejos y nuevos
amigos de los senderos lo que hace que los recuerdo y
afectos se manifiesten completamente.
Esta cuesta es de recorrido corto pero de un desnivel
interesante, lo que hizo que debamos dosificar nuestros
esfuerzos para culminar en la cumbre, el ritmo de marcha
definido por los guías fue sobresaliente, se completaron las
etapas en el tiempo previsto y arribamos a la cumbre
cansados pero en general con buena forma, el sendero aunque
empinado dispone de la acostumbrada belleza de las
increíbles vistas de la zona de Villa Dolores y alrededores.
Como anécdota del campamento, las vacas se empecinaron en
husmear por nuestras carpas, fue gracioso ver a amigos a la
media noche corriendo vacas por el campo para espantarlas,
un compañero de la carpa vecina sufrió el secuestro
momentáneo de su mochila por una interesante vaca, en mi
caso una se desayunó una remera de micro fibra de manga
larga, espero que no le haya caído pesada. No quiero
olvidarme de mi esposa Liz que me acompaña y en varias
oportunidades ella me marca el camino, tampoco de mi amigo
Alejandro que siendo hombre de asfalto supo poner lo mejor
de su espíritu para vencer sus dificultades, actitud que
seguramente será positiva para su vida. A todos los amigos
viejos y nuevos de los senderos de montaña, gracias por
conformar un buen grupo que hizo del compañerismo y la
solidaridad actitudes comunes en estos tres días y que
generó un ambiente que supimos disfrutar. A los guías que
nos tocó en esta salida gracias por el sentido de
responsabilidad que ponen para que cada uno pueda alcanzar
sus objetivos. Seguramente si Dios quiere nos volveremos a
ver en nuevos o viejos senderos que Alto Rumbo nos de la
posibilidad de disfrutar.
Por último, gracias a toda la familia de Alto Rumbo por
permitirme estar |
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Juan Vries |
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